Se ofrece:
Habitación pequeña de paredes blancas y curvas, con vistas al mar. Soleada, asomada a los acantilados. Zona tranquila y aislada, pocas visitas. Acceso a través de una senda que serpentea entre rocas y pinos, ocasión única. Luz gratis, con hilo musical (dos canales, uno con sonidos del mar, otro con sonidos de gaviotas). Edificio orientado a los cuatro vientos, con portero y personal de mantenimiento.
No es necesario fianza, primeros 50 años gratis, alquiler negociable después. A cambio se pide:
- Acompañarme en las noches de verano cuando me siento a ver la luna llena sobre el mar.
- Ayudarme a buscar caracolas por la playa.
- Soportar mis largos silencios.
- Aprender a hablar a las gaviotas.
- Acompañarme a las rocas y sentarnos a ver ponerse el sol.
- Ayudarme a limpiar los dorados de mi faro.
- Coger mi mano cuando estoy triste.
- Dejarse despertar con un beso.
- Acompañarme a ver el nacimiento del mundo en cada amanecer.
- Bañarnos desnudos bajo la luna llena.
- Tomarnos un café de madrugada.
- Mirar las estrellas en noches de luna nueva como si fuera la primera vez que las vemos.
- Permitirme que le escriba un poema.
- Dejar que a pesar de mis años siga siendo un niño.
- Bajar a la cantina del puerto a charlar con los marineros.
- Hablar de la mar, no del mar.
- Soñar conmigo que encontraremos una botella con un mensaje dentro.
- Compartir sus silencios conmigo.
- Sonreír si escribo su nombre en la arena.
- Aceptar mis olvidos y mis despistes.
- Dejarme que le regale caracolas que imitan los lamentos del mar...
Las interesadas, de haberlas, pueden dejar sus datos en el faro, en ese que habita este pobre y viejo farero.
Modificado por última vez en Martes, 21 Abril 2020 16:40