Los buques faro se ubican generalmente lejos de tierra para asistir a las naves con la navegación en el mar.
Algunos buques faro operan como puntos de acercamiento en las entradas mientras que otros, ubicados en canales estrechos, tienen el mismo objetivo que las luces de dirección.
Por lo general, están pintados de rojo, con el nombre de la estación luminosa en letras blancas a ambos lados, babor y estribor.
En la actualidad, por causa de graves problemas operacionales, se ha sustituido a la mayoría de los buques faro por grandes faros fijados al fondo del mar.
Es un sistema electrónico capaz de determinar la dirección de procedencia de una señal de radio .Se basa en una antena directiva que explora el horizonte buscando una cierta señal.
Durante la primera guerra mundial, se construyó, en Francia, la primera estación de radiogoniometría y a partir de ese momento, los barcos comenzaron a utilizar este equipo para determinar la dirección a un transmisor. Esta técnica fue adoptada más tarde por la navegación civil.
Se instalaron entonces estaciones en los faros, con el propósito de orientar a los barcos cuando estos lo requerían. Un barco podía determinar su posición mediante la utilización de las marcaciones de dos o tres estaciones de radiogoniometría.
Este sistema consistía en transmisores que enviaban una señal de identificación en código morse desde distintos faros y buques faro. Los barcos disponían de un receptor de radio con una antena giratoria lo cual les permitía determinar las direcciones de esos faros.
El primer radiofaro fue establecido en 1921 en el buque faro Ambrose, en la entrada del puerto de New York.
Hacia 1900, no existían avances técnicos para mejorar la visibilidad en los días de niebla. La única opción que se conocía era la de transmitir sonidos, método que se venía utilizando desde la antigüedad.
En el transcurso del siglo XIX se desarrollaron muchos tipos diferentes de señales sonoras, pero estas eras una ayuda muy limitada debido a que la niebla amortigua la radiación sonora lo que hace imposible determinar la distancia o la dirección de la fuente. Por esta razón fue un gran cambio cuando durante la primera guerra mundial, los barcos comenzaron a comunicarse entre ellos y con los faros por radio. Una vez que se comenzó a utilizar la electricidad en los faros, esta permitió emitir señales sonoras mucho más potentes.
En distancias cortas, desde la existencia de los faros, se han utilizado distintas clases de señales sonoras (silbidos, percusión, dispositivos, cuernos).
Los primeros buques contaban con campanas para la niebla.
Alrededor del 1800, comenzaron a utilizarse campanas, gongs, cohetes, disparo de cañón y detonaciones. A partir de 1850, se instalaron en los faros mecanismos de percusión que funcionaban por vapor o aire comprimido.
En Inglaterra, luego de varios intentos con silbatos y cuernos accionados por vapor, eligieron una sirena de vapor en 1862. El vapor pasaba perpendicularmente por dos discos perforados, uno giratorio y otro fijo, y de esta manera producía un sonido cuyo tono estaba directamente relacionado con la velocidad de rotación.
La sirena, inventada en Suecia, fue introducida en 1920. Esta contaba con una membrana metálica vibradora para producir sonido.
En 1903, se creó en Canadá el diáfono, el cual actuaba como una sirena pero poseía pistones y cilindros perforados en vez de discos.
En 1923, Estados Unidos creó una válvula de niebla con el propósito de automatizar las señales de niebla y evitar su funcionamiento en tiempo despejado.
Actualmente se utilizan detectores de niebla electro-ópticos, los cuales miden la cantidad reflejada de una señal infrarroja transmitida, lo que da a conocer las condiciones de visibilidad.
En los años veinte, se inventó en Alemania, el nautófono. Este es un aparato de señal de niebla que se acciona con electricidad, y que consta de una membrana que vibra con electroimanes.
Otros métodos modernos para crear señales sonoras están basados en el principio del altavoz electrodinámico. Sin embargo, ya casi ni se utiliza la señalización de niebla en los faros en la actualidad, debido a que el sonido es molesto y a que es difícil determinar la dirección de la fuente del sonido en la niebla.