El Faro de Tapia es el único que está localizado en una isla, la cual lleva su nombre.

Es el más occidental de los faros asturianos, ubicado a 6 kilómetros de la desembocadura de la Ría del Eo, límite natural con Galicia.

Se libró al servicio el 1 de septiembre de 1859.
Su estructura constaba de un edificio cuadrado, de una sola planta cubierto a dos aguas de pizarra y desarrollado en torno a un patio central cerrado por el propio edificio y torre. En el año 1922 se amplió y se cubrieron los muros principales con pequeños azulejos biselados.

La torre adosada a la cara norte, constaba de dos cuerpos, el primero octogonal y el segundo decagonal. Estaba construída en granito procedente de unas canteras próximas. Esta bella torre, original por el material utilizado en su construcción, fue erróneamente modificada en 1962, quedando oculta bajo un prisma cuadrado, construído en pequeños azulejos, con vidriera de iluminación en su cara Sur y con el nombre de Tapia incrustado en su cara Norte, al igual que ocurre en el Faro de Busto.

El edificio actual, es una ampliación del primitivo, con una planta rectangular, con tres cuerpos desarrollados en torno a un patio central descubierto. La cara Norte está ocupada por la torre. El recinto de las instalaciones del Faro de Tapia, se encuentra parcialmente limitado por un muro y escalinata de entrada, que da frente a la fachada Sur, donde se halla la entrada principal, con dos ventanas a cada lado.
Tiene una altura de 24 metros sobre el nivel del mar y 8 metros sobre el terreno.

Posee un alcance óptico de 25 millas náuticas.
Su aparato óptico consta de lentes catadióptricos iluminados por una lámpara de 1000 watts con reserva de gas acetileno y destelladores AGA.
Emite grupo de 3 destellos blancos cada 19 segundos.
La linterna actual es aeromarítima, con 2.42 mm de diámetro interior.

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